El pasado domingo pudimos asistir al preestreno de esta película basada en el popular videojuego. He de reconocer que, tratándose de la adaptación de un videojuego, y proveniente de la factoría Disney, algo de mala espina me daba el proyecto, en el sentido de que pintaba demasiado orientada al público infantil. Y lo peor, sabiendo que el personaje del videojuego se caracterizaba principalmente por sus acrobacias, sería testigo de un uso excesivo de cables, argumento infantiloide y acción edulcorada.
Nada más lejos de la realidad. Príncipe de Persia es una muy digna adaptación que, si bien bebe a espuertas de todos los clichés del género, deja un estupendo sabor de boca, y una pregunta al espectador avezado: ¿por qué no se harán así todas las películas de aventuras? La respuesta es bien sencilla: Disney ha contado con la producción de Jerry Bruckheimer, y el resultado se nota.
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